Complicaciones de la Litiasis Biliar
1. CÓLICO BILIAR
El cólico biliar tiene lugar cuando un cálculo que se encuentra en el interior de la vesícula obstruye la salida de la bilis a través del conducto cístico. La bilis se acumula en la vesícula produciendo un estado de hipertensión en su interior. Surge así un dolor cólico localizado en el cuadrante superior derecho del abdomen. Al inicio del episodio suelen aparecer náuseas y vómitos.
La aparición de los síntomas suele relacionase con la ingesta de comidas ricas en grasas. Pueden distinguirse dos posibles evoluciones del cólico:
Simple: se trata de un episodio autolimitado cuya duración es variable pero no suele superar las 2-3 horas.
Complicado: cuando el cólico se perpetua en el tiempo suele conducir a una inflamación de la vesícula (colecistitis). El cólico biliar también se puede complicar al atascarse alguna litiasis en el colédoco (coledocolitiasis).
El tratamiento suele ser analgésico y reposo digestivo durante unas horas. Suele ser útil tomar inhibidores de la contracción de la vesícula (buscapina). Posteriormente el paciente debe ser valorado por un cirujano para realizar una colecistectomía ya que la probabilidad de que recurran los síntomas y pueda cursar con un cuadro más complicado es alta.
2. COLECISTITIS AGUDA
A nivel de la pared de la vesícula puede darse un proceso inflamatorio agudo que causa dolor y síntomas digestivos. La causa más probable de esta inflamación es la obstrucción total del conducto cístico durante un tiempo prolongado, lo que da lugar a un llenado progresivo de la vesícula. Como consecuencia del aumento de presión sobre las paredes del órgano, disminuirá la llegada de oxígeno y nutrientes al tejido y se desencadenará un proceso inflamatorio y con frecuencia también infeccioso.
Suele cursar con dolor en hipocondrio derecho, fiebre, nauseas y vómitos. Analíticamente suele aparecer leucocitosis. Pueden alterarse ligeramente las encimas hepáticas.
El diagnóstico suele ser ecográfico aunque en ocasiones es necesario realizar un TAC abdominal para confirmar o descartar posibles complicaciones.
El tratamiento de la colecistitis aguda depende del tiempo de evolución del dolor. Habitualmente es quirúrgico si no han pasado más de 3-4 días desde el inicio del dolor. Si ha pasado más tiempo suele ser recomendable tratar con antibióticos y esperar un par de meses a que la vesícula se haya desinflamado para operarla.
3. COLEDOCOLITIASIS
La coledocolitiasis o litiasis de la vía biliar se define como la presencia de cálculos en el árbol biliar principal.
La origen más frecuente son las piedras de la vesícula. Sucede cuando el paciente tiene un cístico ancho y/o cálculos pequeños.
Los síntomas más frecuentes son la ictericia asociado a cierto dolor. Cuando la obstrucción es completa puede aparece coluria (orina muy oscura) y acolia (heces claras por la ausencia de tinte biliar).
El diagnóstico suele ser clínico y se confirma mediante una ecografía y una analítica. En la ecografía puede verse una dilatación de la vía biliar y litiasis en la vesícula. En la analítica suelen aumentar las encimas de estasis biliar: GGT (gamma-glutamil transpeptidasa) y la FA (fosfatasa alcalina). También suele estar elevada la bilirrubina.
El tratamiento de elección es la extracción de los cálculos mediante CPRE (colagio-pancreatografía retrógrada endoscópica) y colecistectomía por laparoscopia posteriormente.
4. COLANGITIS
Cuando la bilis no fluye con normalidad desde el hígado al tubo digestivo corre el peligro de infectarse. La colangitis es una infección del árbol biliar secundario a un estasis de la bilis. La causa más frecuente es un calculo que obstruye la vía biliar principal.
La presentación clínica clásica es la triada de Charcot: ictericia, dolor y fiebre con escalofríos.
El tratamiento inicial va dirigido contra la infección con antibioterapia intravenosa. En segundo lugar hay que tratar la causa que en muchos casos basta con realizar una CPRE para desobstruir la vía biliar. Posteriormente casi siempre es necesario realizar una colecistectomía laparoscópica.