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Cirugía del Reflujo Gastro-Esofágico

 

Cirugía del Reflujo Gastro-Esofágico


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1. ¿QUÉ ES UNA HERNIA DE HIATO?

Una hernia de hiato es el resultado del ascenso de una parte del estómago al tórax a través del hiato diafragmático.

Se estima que hasta un 20% de la población puede sufrir hernia de hiato. Aunque la gran mayoría no experimentará síntomas, el resto pueden notar ardor, dolor de pecho, dificultad para tragar... Lo mejor es aprender a prevenirla.

La hernia de hiato puede afectar a personas de cualquier edad pero a partir de los 50 años de edad es mucho más frecuente.


2. CAUSAS DE LA HERNIA DE HIATO

  • Envejecimiento, por la pérdida de tono de los ligamentos que rodean el hiato esofágico y la debilidad de la musculatura diafragmática.

  • Estrés

  • Tabaquismo y Alcohol: favorecen los síntomas por afectación del esfínter esofágico inferior, relajándolo de manera anómala.

  • Presión abdominal: Cualquier circunstancia que aumente de manera crónica la presión intraabdominal puede generar una hernia de hiato.

    • Tos crónica

    • Levantar pesos pesados

    • Estreñimiento

    • Obesidad

    • Embarazo


3. SÍNTOMAS DE LA HERNIA DE HIATO

Las hernias de hiato suelen ser asintomáticas. Los síntomas son el resultado de la regurgitación del contenido del estómago hacia el esófago produciéndose una irritación. Pueden aparecer los siguientes síntomas:

  • Ardor (pirosis): el contenido ácido irrita las paredes del esófago, ocasionando molestias en la boca del estómago.

  • Dolor de pecho: si esa sensación de ardor alcanza zonas elevadas del esófago, el dolor puede sentirse más en la zona torácica que en la abdominal, confundiéndose con un dolor más alarmante, por ejemplo el del infarto de miocardio.

  • Dificultad a la hora de tragar (disfagia): la irritación de las paredes del esófago puede desencadenar una sensación de dificultad para tragar alimentos sólidos. A veces se asocia también a dolor en la zona faríngea (odinofagia).

  • Regurgitación y eructos: puede aparecer mal sabor de boca, mal aliento debido al contenido que refluye hasta la boca y aparición de eructos tras las comidas.

  • Tos: se produce al tumbarse después de las comidas por el ascenso del contenido gástrico y la irritación de la laringe.

 


4. COMPLICACIONES DE LA HERNIA DE HIATO

  • Neumonía: el contenido ácido puede llegar de nuevo a la boca y ser aspirado, con entrada en los pulmones (broncoaspiración). Esto favorecería una infección respiratoria.

  • Esofagitis crónica: es causado por la acción del ácido sobre las paredes del esófago. Se conoce como “enfermedad por reflujo gastroesofágico” (ERGE) y suele ser un estadio previo al esófago de Barrett.

  • Esófago de Barrett: es secundario a la irritación constante que produce el contenido del estómago en el esófago. Produce cambios en la estructura de la pared esofágica. Se considera una complicación pre-maligna.

  • Cáncer de esófago: cuando no se toman medidas para frenar una esofagitis o un esófago de Barrett, la acción continuada del ácido puede llegar a originar un cáncer de esófago.


5. DIAGNÓSTICO DE LA HERNIA DE HIATO

  • Historia clínica: los pacientes que acuden presentando síntomas típicos como regurgitación, ardor o disfagia (dificultad para tragar), deben ser sometidos a un estudio complementario para descartar una enfermedad por reflujo.

  • Esofago-gastro-duodenoscopia: permitirá visualizar las zonas de esófago irritadas por el ácido gástrico (esofagitis), su extensión, sus posibles complicaciones y permitirá incluso tomar biopsias de aquellas lesiones que pudieran haber malignizado por una exposición crónica al reflujo.

  • pH-metría de 24h: consiste en determinar el grado de acidez en el esófago procedente del estómago. Debe suprimirse cualquier protector gástrico que se esté tomando unos días antes del estudio.

  • Manometría esofágica: determina la motilidad del esófago, lo cual es importante para diagnosticar el origen del reflujo y poder elegir la cirugía más adecuada para el paciente.

  • Tránsito esofágico baritado: ayuda a delinear la anatomía del esófago. Es particularmente útil en pacientes que presentan una hernia de hiato de gran tamaño.


6. TRATAMIENTO DE LA HERNIA DE HIATO

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La gran mayoría de las hernias de hiato son asintomáticas y no requieren tratamiento. En caso de presentar síntomas, generalmente responden bien a los tratamientos farmacológicos, pero es importante también instaurar ciertas medidas dietéticas y de buenos hábitos:

1.     Medidas higiénico-dietéticas:

  • Evitar las comidas copiosas, ricas en grasas o picantes; no tomar alimentos como el chocolate o las bebidas gaseosas.

  • Conviene realizar un mayor número de ingestas, pero de menor cantidad.

  • Dejar el tabaco y el alcohol pues disminuyen el tono del esfínter esofágico inferior.

  • Perder peso en caso de tener obesidad.

  • Esperar dos horas después de comer para acostarse.

  • Elevar la cabecera de la cama unos 15-20 cm.

2.     Tratamiento farmacológico:

  • Inhibidores de la bomba de protones (Omeprazol, Pantoprazol, Lansoprazol).

  • Antagonistas de la Histamina-2 (Ranitidina).

  • Procinéticos (Metoclopramida, Domperidona, Cisapride).

3.     Tratamiento quirúrgico:  

La cirugía de elección es la Funduplicatura tipo Nissen por vía laparoscópica. Hay que valorar el tratamiento quirúrgico en los siguientes casos:

  • Fracaso del tratamiento farmacológico: mal control de los síntomas, persistencia de regurgitación, efectos secundarios de las pastillas, etc.

  • Voluntad del paciente a pesar de responder al tratamiento médico. Algunos pacientes no quieren tomar medicación de por vida con los gastos que conlleva.

  • Cuando surgen complicaciones: esófago de Barrett, ulcera estenótica, neumonía o tos crónica por micro aspiraciones, etc.