Apendicitis
1. ¿QUÉ ES LA APENDICITIS?
Hablamos de apendicitis cuando se inflama el apéndice intestinal. El apéndice se encuentra en el inicio del intestino grueso, en la zona inferior derecha del abdomen. En su interior hay muchos folículos linfoides del sistema inmunológico aunque tampoco se ha demostrado un clara función para la defensa del organismo.
La apendicitis puede aparecer a cualquier edad y puede plantear más dudas diagnosticas en niños y ancianos. El peligro de la apendicitis es que pase desapercibida los primeros días y de la cara cuando el apéndice esté necrosado o podrido con el riesgo que conlleva de peritonitis.
Por todo ello es necesario realizar un diagnóstico y tratamiento precoz que impida la progresión de la apendicitis.
2. ORIGEN DE LA APENDICITIS
La apendicitis se produce por la obstrucción del apéndice por algún resto fecal no digerido (apendicolito). Esto produce la inflamación del apéndice. Esta inflamación junto con las múltiples bacterias que hay en el interior del apéndice generan la infección. Si no se corta su evolución con tratamiento, lo más frecuente es que el propio organismo intente delimitar la infección. El tejido que rodea el apéndice se adhiere, antes de que se produzca la perforación, formando una masa inflamatoria denominada plastrón apendicular. Esto evita que las heces se esparzan por la cavidad abdominal y provoquen una peritonitis generalizada. El resultado es un absceso localizado generalmente en la fosa iliaca derecha.
3. SÍNTOMAS DE LA APENDICITIS
Los síntomas típicos de la apendicitis solo se cumplen en el 50% de los pacientes, lo que hace que el diagnóstico de la apendicitis no resulte sencillo. Los síntomas más frecuentes son:
Inicio del dolor alrededor del ombligo.
Náuseas y vómitos.
El dolor se irradia hacia el flanco derecho del abdomen y termina por localizarse en la fosa ilíaca derecha (zona inferior derecha del abdomen) de forma continua.
Las nauseas suelen aparecer después del dolor. Si las nauseas aparecen primero, podría tratarse de una gastroenteritis.
La anorexia (falta de ganas de comer) y la febrícula (menos de 38ºC) están presentes en casi todas las apendicitis. No suele aparecer fiebre elevada a menos que se haya perforado el apéndice y suele ir asociado a un dolor intenso más difuso por todo el abdomen.
4. DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
Suele ser necesario conocer qué otras enfermedades suelen dar síntomas parecidos a la apendicitis. Entre estas enfermedades se pueden destacar:
Ileitis por enfermedad de Crohn.
Diverticulitis de Meckel (es una inflamación de una bolsa o divertículo que el 2% de la población tiene de forma congénita en el intestino delgado).
Alteraciones ginecológicas:
La ovulación del ciclo menstrual puede ocasionar dolor sin fiebre y se puede confundir con una apendicitis.
Embarazo ectópico.
Inflamación de la trompa.
Torsión o sangrado de un quiste ovárico
5. DIAGNÓSTICO DE LA APENDICITIS
Una sintomatología típica junto con un patrón analítico de inflamación aguda suelen ser suficientes para diagnosticar una apendicitis.
Sin embargo, en casi un 50% de los pacientes la sintomatología no es clara y suele ser necesario realizar algún estudio adicional para confirmar o descartar la apendicitis. Entre las pruebas más habituales están:
Ecografía abdominal: es muy útil para el diagnóstico y para descartar otras enfermedades. En caso de apendicitis, la ecografía puede ver el apéndice inflamado o líquido libre por el abdomen. Sin embargo, en algunas ocasiones no se encuentra ningún hallazgo anormal a pesar de tener apendicitis.
Tomografía axial computadorizada (TAC): el TAC es un método diagnóstico muy fiable en el diagnóstico de una apendicitis y cada vez se usa más en casos de duda. También permite descartar otras patologías.
Laparoscopia exploradora: aunque propiamente hablando la laparoscopia es un procedimiento quirúrgico, en los casos de difícil diagnóstico, sobre todo en mujeres en edad fértil, pacientes obesos o ancianos, puede recurrirse a la laparoscopia como herramienta diagnóstica y con frecuencia terapéutica al mismo tiempo.
6. TRATAMIENTO DE LA APENDICITIS
El tratamiento de la apendicitis es quirúrgico y conviene no retrasarlo más de 24h desde el diagnóstico.
Hay estudios que han demostrado que el tratamiento antibiótico también es adecuado para la mayoría de los pacientes pero siempre que sea posible es más aconsejable realizar una apendicectomía urgente.
En pacientes donde se ha retrasado el diagnóstico y se ha formado un absceso o plastrón alrededor del apéndice es mejor tratar con antibióticos y retrasar la cirugía un tiempo (1-2 meses). Lo importante es que el paciente no tenga signos de peritonitis difusa en cuyo caso habría que operar y lavar el abdomen.
Técnicas quirúrgicas:
Laparoscopia: un método cada vez más utilizado, que consiste en realizar unas pequeñas incisiones en el abdomen por donde se pasan instrumentos que nos permiten visualizar la cavidad abdominal y manipular su contenido. La apendicectomía laparoscópica está siendo de elección en una gran cantidad de casos con apendicitis aguda, tanto en etapas tempranas como en etapas avanzadas. Uno de los beneficios de esta técnica es el corto post-operatorio y la rápida recuperación del paciente.
Laparotomía: en este caso se realiza una incisión mayor en el abdomen para poder buscar y extirpar el apéndice manualmente. La incisión más utilizada es la incisión de McBurney, que sigue un trayecto paralelo a la ingle en la región inferior derecha del abdomen, donde está el apéndice.